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El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al cuarto trimestre 2020 con los peores datos anuales desde 2012.
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La covid-19 ha provocado la mayor destrucción de empleo de los últimos diez años, con 622.600 nuevos parados, alcanzando los 3,7 millones de desempleados.
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Se produce, asimismo, un notable incremento de los hogares con todos sus miembros sin empleo.
Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre, España cerró 2020 con 3,7 millones de parados, un 16,5% más que en 2019, y más de 620.000 empleos destruidos. Se trata de los peores datos anuales de la EPA desde 2012.
En total, en el último año, 527.900 personas nuevas se han apuntado a las listas de desempleo. Con estas cifras, la tasa de población activa en paro es del 16,1%, más de dos puntos por encima de la tasa de 2019.
Y todo ello sin contar aún los efectos de los ERTE sobre la economía, porque según la metodología de la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se aplica en la EPA, a los trabajadores inmersos en un ERTE se les considera ocupados. En total, hay 19.344.300 personas con trabajo, con una tasa de variación porcentual del 0,87 por ciento.
Desde el comienzo de la pandemia en marzo de 2020, la tasa de variación de la ocupación ha caído un 12,17 por ciento. Se trata de la mayor caída en tres trimestres de toda la serie histórica. En los 12 últimos meses el número de asalariados ha disminuido en 604.600. Desglosado por tipo de contrato, el empleo indefinido ha descendido en 207.500 personas y el temporal en 397.100 personas.
La EPA también muestra la variación de los trabajadores autónomos. En este último trimestre del año, el número de trabajadores por cuenta propia sube en 28.900 personas y desciende en 19.800 personas en los últimos 12 meses del año.
Casi todas las comunidades disminuyen su ocupación. Cataluña (137.600 ocupados menos), Canarias (–112.800) y Comunidad de Madrid (–107.100) presentan las mayores bajadas.
La EPA refleja el drama del desempleo juvenil. El número de jóvenes en paro menores de 25 años subió en 109.600 personas en 2020, lo que supone un 23,7% más que en 2019, situándose la cifra total de jóvenes en situación de desempleo en 572.400 al finalizar el año pasado.
La tasa de paro juvenil se situa en el 40,1% a cierre de 2020, tasa casi diez puntos superior a la del ejercicio anterior (30,5%), pero tres décimas inferior a la del tercer trimestre de 2020, cuando el desempleo de los jóvenes menores de 25 años se situó en el 40,4%.
Datos para la esperanza
Los los últimos tres meses de 2020 han servido para paliar la situación del empleo en España. En general, los datos son positivos y mejoran la evolución de los ocupados.
El número de ocupados ha aumentado en 167.400 personas respecto al trimestre anterior (un 0,87%). 42.000 personas se han incorporado al sector público y 125.400 al privado.
La ocupación además aumenta en todos los sectores: 79.600 personas más en los Servicios, 51.000 en la Agricultura, 30.900 en la Construcción y 5.900 en la Industria.
Los mayores incrementos de empleo este trimestre se dan en Andalucía (97.800 más), Comunidad de Madrid (62.100) y Castilla–La Mancha (22.300). Sin embargo, también hay descensos e importantes en Baleares (–50.000), Región de Murcia (–4.500) y Cantabria (–3.600).
Aumento del teletrabajo
La EPA cifra en el 9,95 por ciento de los ocupados (un total de 1.923.800 personas) quienes teletrabajaron más de la mitad de los días en el cuarto trimestre del año, frente al 10,30 por ciento observado en el segundo trimestre y el 16,20 por ciento del segundo trimestre del año.
Este porcentaje, aunque haya descendido con respecto a trimestres anteriores, duplica al promedio de 2019, cuando solo el 4,81 por ciento de los trabajadores ejercía su actividad desde su domicilio, según el INE.